Super User

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Lunes, 10 Abril 2017 22:04

Datos simbólicos

Por el contrario, si uno se dirige a otra fuente de informaciones, al pensamiento analógico, mítico, simbólico, se observa que, de una manera u otra, este nos aporta informaciones sobre el origen de la penuria del Yin en el ser humano. Se observa que estas informaciones concuerdan, que hay un tipo de fondo común de conocimiento o de sabiduría que nos da la clave de este fenómeno y nos permite progresar hacia la solución de este desequilibrio y entreverla. Este pensamiento analógico es transmitido por los textos sagrados, los mitos, los cuentos, los símbolos. ¿Qué nos dicen?

 

1. Los cuentos de hadas

Los cuentos de hadas sirven, como los textos sagrados, para informar sobre las profundidades del ser. Cuando hablan del principio femenino, del polo Yin del ser, hablan de La Bella.

 

La pregunta que nos hacemos puede formularse así: ¿por qué duerme Blanca Nieves? ¿Por qué duerme La Bella durmiente? La respuesta es idéntica en ambos casos: por maleficio. Fueron objeto de un hechizo, de una maldición. La una cayó en la trampa de la manzana envenenada, la otra fue víctima de un hechizo que sólo se cumplirá cuando La Bella tenga sus quince años (la edad del final de la infancia, la edad del final del periodo matrístico, Yin, al comienzo del periodo adulto, patrístico, Yang). La Bella está entonces inactivada artificialmente. Si Blanca Nieves y La Bella duermen, es, según los cuentos, por maleficio, es por la acción, la agresión de una « bruja ».

 

Hay que cuidarse, claro está, de tomar esta información al pie de la letra. Lo que los cuentos nos transmiten, son símbolos, informaciones simbólicas, del orden de la subjetividad. En ningún caso se podrían interpretar estos datos simbólicos como si se refirieran a hechos reales, no se podría imaginar que estas informaciones correspondan a hechos reales o supuestos de nuestra vida cotidiana o a cualquier acto de magia popular. Esto sería un grave error de interpretación. Lo que sobresale de esta información es la confirmación de lo que decíamos más arriba: el sueño de La Bella aparece como artificial y, por lo tanto, de una duración indefinida.  Así, La Bella no se va a despertar sola. 

 

También observaremos que este maleficio no conduce nunca verdaderamente a la muerte. Ya lo dijimos: La Bella puede estar dormida pero no muerta; el hechizo que debía matar a La Bella durmiente fue atenuado y transformado en un sueño profundo,  la « muerte » de Blanca Nieves es relativa porque su cuerpo no se descompone, no es una muerte « verdadera », sólo es un sueño artificial muy profundo. El Yin no puede desaparecer de nuestra realidad ordinaria, solamente puede ser desactivado, reducido al mínimo y bloqueado. Incluso en el desequilibrio YANG/yin más pronunciado, el (1)Yin no desaparece, está dormido. Es una constante: La Bella siempre dispone de una protección, siempre hay un hada madrina que la cuida. En la Biblia, Job se beneficia de la misma protección[1]: cuando Satán le propone a Dios poner a su servidor a prueba, Dios no lo autoriza a atentar contra su vida, sino solamente contra sus bienes y su salud.

 

En la época de Internet, se podría proponer una imagen que ayudaría a situar el problema en un contexto más accesible. Si comparamos el ser humano con un computador particularmente evolucionado y complejo, podríamos decir que disponemos de dos programas (software) para organizar, dirigir y regular nuestros comportamientos: un programa Yang que maneja los comportamientos masculinos (se le vería, por ejemplo, más del lado derecho del cuerpo) y un programa Yin que maneja los femeninos (lado izquierdo). Lo que acabamos de decir en términos simbólicos puede traducirse a términos informáticos: hay un virus en nuestro programa Yin. Por lo tanto, está desorganizado. No funciona. Estamos reducidos a manejar nuestras vidas con el único sistema que nos queda: nuestro programa Yang. Esto, por supuesto, sólo puede producir comportamientos Yang.

 

Un virus en un computador es algo muy discreto pero particularmente nocivo. Un hechizo, una maldición son de la misma naturaleza: son informaciones tóxicas que desorganizan el sistema en el cual son introducidos o en el cual se introducen. En lo que se refiere a nuestros computadores, en general estamos bien atentos a no dejarnos parasitar por un virus, todos hemos instalado un programa anti-virus. Llamamos a un técnico si vemos una anomalía de funcionamiento de nuestro computador. Sabemos que en la Red, en Internet, hay hackers, piratas informáticos, que son capaces de penetrar nuestra informática y nuestras organizaciones para lesionarlas. Pero aun no hemos integrado que sucede lo mismo con « la informática humana ». Nuestra realidad ordinaria se entendería mejor si admitiéramos que funcionamos como computadores, que somos programables y estamos mal programados, que disponemos de dos grandes programas que tienen bajo su dependencia dos grandes grupos de funciones, las funciones Yang y las funciones Yin; pero nuestro programa Yin está defectuoso, bloqueado, es poco funcional. Parece que sucede lo mismo para una sociedad: sus funciones de tipo femenino, Yin, pueden estar deficientes debido a daños de su programa Yin. Esta sociedad compensará su impotencia Yin con un hiperfuncionamiento Yang.

Esta idea de dos programas y de la posibilidad de virus podría ser estudiada en medicina, en psicología y en sociología; parece existir una pista para explicar ciertos fenómenos, ciertos comportamientos humanos que aún no comprendemos. Todos los que están dedicados a ayudar a la gente a encontrar un funcionamiento normal están confrontados con problemas a veces extraños de bloqueo, de informaciones perversas, de recurrencia de los comportamientos y deberían saber resolverlos.  

 

2. Los textos sagrados

Se encuentra otro elemento de respuesta a la pregunta sobre la etiología de esta hemiplejía energética en la Biblia, más precisamente en el Apocalipsis de San Juan (XII, 6) (XII, 13-17), en donde el autor, antes de describir el reino de la Bestia, dice: « El dragón se paró ante la mujer que iba a parir, con el fin de devorar su hijo cuando hubiera parido...Y la mujer escapa al desierto donde tenía un lugar preparado por Dios para ser alimentada durante mil doscientos sesenta días. » La mujer es agredida pero es protegida y se encuentra en el desierto.

 

El discípulo Juan nos da una clave: se trataría aquí también de una agresión. El Dragón, para instaurar el reino de la Bestia, debe expulsar a la mujer al desierto, debe hacerla no funcional. Se propone matarla, pero, una vez más, la mujer puede escapar de la muerte; se refugia en el desierto. Uno podría sorprenderse de que el Dragón no pueda ir también al desierto para finalizar su proyecto.

 

En otras palabras, nos indica el procedimiento que se utiliza para hacer de un país, de una empresa o de un individuo, una fuente de sufrimiento, de guerra y de destrucción, de alguna manera el reino de una Bestia: basta con bloquear el principio femenino en ellos, con inactivarlo, con reducir la energía Yin al sueño, con expulsarla al desierto. Automáticamente se creará un exceso de lo masculino, un excedente de Yang con su cortejo de exceso de competencia, de exclusión y de apropiación. Naturalmente, aparecerán la guerra y la destrucción.

 

Hace dos mil años, San Juan escribía su visión del reino de la Bestia. Describía lo que vivimos actualmente, este mundo al revés, amenazado por la autodestrucción. Algunos intérpretes del Apocalipsis muestran cómo ese texto es premonitorio y cuánto describe las características de la civilización actual al final de la « Edad de Hierro ». A través de lo que describía se puede ver, de cierta manera, la situación de Colombia, dónde, aparentemente, la Bestia plantó sus garras en todas partes: la apropiación de la tierra, la corrupción, la "traición de los clérigos", las "élites" que no diferencian entre "servir" y "servirse", la búsqueda de paraísos artificiales y la barbarie cotidiana.

 

Pero la Mujer del Apocalipsis no murió, se refugió en el desierto, está inactivada, pero viva y susceptible de salir de ese desierto.

 

3. Los mitos

El mito de Orfeo también representa el principio femenino, Euridice, en el infierno y, aquí también, por la acción del "Dragón", en forma de una víbora que la muerde; le corresponde a Orfeo sacarla de su aniquilamiento. La heroína, Euridice, en esta oportunidad, está muerta y, sin embargo, una vez más, está autorizada a salir de los infiernos y recobrar la vida. En realidad ella sólo está no funcional. 

 

Recientemente un cuento de magos pone en escena al héroe actual, Harry Potter[2], quien, también es (aparentemente) reducido a la impotencia: es confinado en el armario de las escobas, debajo de la escalera, por su tío y su tía quienes temen, en el mayor grado, que se afirmen en él sus aptitudes mágicas (Yin). Ellos son, por supuesto, la personificación de la Bestia, representan el abuso de poder, el exceso de Yang, la imposibilidad para el pensamiento racional de comprender y admitir el pensamiento simbólico y su complementariedad. Harry Potter, paciente, espera su hora y se va a liberar y afirmarse poco a poco, poniendo en marcha progresivamente sus poderes mágicos como alumno de una escuela de magia.

 

[1] Job I,12 ; II, 6

[2] ROWLING J.K. Harry Potter y la piedra filosofal. Emecé Editores, Barcelona, 2000.

Lunes, 10 Abril 2017 22:03

Datos históricos

Se observa que la humanidad evolucionó progresivamente de una organización campesina, agrícola, pastoral, hacia una civilización cada vez más urbana. De cierta manera se verticalizó y perdió poco a poco su contacto con la Naturaleza y sus raíces Yin, naturales, y se convirtió en Yang, artificial. Esta urbanización creciente, incluso galopante, se debe al desarrollo industrial en los países ricos y a la pobreza de los campos, a las hambrunas y a las guerras en los países pobres. Este paso de una organización social más bien Yin a una organización netamente Yang no es, sin embargo, la causa del debilitamiento del polo Yin de la sociedad, sino su consecuencia. Es a causa de la debilidad del Yin de nuestras sociedades que se produce este cambio de organización y no lo contrario.

 

A la escala de la humanidad hay otro hecho que merece atención. En el plano religioso, los cultos a la Diosa Madre dejaron progresivamente el lugar a los cultos al Dios Padre. Françoise Gange, en una demostración brillante[1], muestra que el patriarcado no siempre existió. La historia es patriarcal, la prehistoria es matriarcal. Dios, de alguna manera cambió de sexo, o más bien, de valencia. En el pasado, la representación que se hacía el ser humano de la divinidad era femenina. Actualmente es masculina (« el Eterno, el Dios de las armadas, el Dios de Israel »[2]). La humanidad asistió efectivamente a la transformación de las civilizaciones rurales de tipo Yin, en contacto con la Madre Naturaleza, en civilizaciones urbanas, industrializadas, mecanizadas, de tipo Yang. Está claro que tuvo lugar una transformación importante. El sentimiento es que el patriarcado puso fin al matriarcado al cabo de una agresión prolongada y repetida. También es posible que sea el matriarcado el que se haya debilitado y haya permitido así su propio desmantelamiento. Pero, de todas maneras, no se sabe porqué sucedió así. Esto es sólo la descripción de un elemento de la transformación de la organización humana y no una explicación. No se dice porqué la fuerza femenina del matriarcado se debilitó hasta permitir su ocultación, su anulación.

 

Parecería que las ciencias humanas, la historia, la antropología o la sociología no son capaces de dar una razón a la penuria de Yin de nuestras sociedades.

 

[1] GANGE Françoise. Avant les dieux, la Mère universelle. Op. cit., p 12.

[2] Jeremías, 44, 7.

Lunes, 10 Abril 2017 22:02

¿Sueño natural?

La búsqueda de la respuesta se orienta de entrada hacia otra pregunta: ¿el sueño de La Bella es natural o artificial? ¿Este déficit de Yin es algo que se encuentra en la Naturaleza, o es algo que ha sido creado, inducido?

 

Todo parece indicar que el sueño de La Bella no es natural. En efecto, en la Naturaleza se observa un equilibrio Yin/Yang. Los animales tienen un funcionamiento respetuoso de la Naturaleza y adaptado a su medio, no se autodestruyen. En el seno de las comunidades animales se encuentran comportamientos típicamente Yang de apropiación y de defensa del territorio, de búsqueda de alimento mediante la cacería, una selección natural que conserva los elementos más fuertes, sistemas equilibrados y respetados de poder. Pero también se encuentran comportamientos perfectamente Yin de vida comunitaria, de organización en redes fuertes, de asociación para la defensa de la progenitura y para su alimentación. Los animales viven en equilibrio Yin/Yang dinámico, mientras que los seres humanos viven en desequilibrio estable. No son los animales quienes comprometen el futuro del planeta, son los humanos. Entonces, algo ocurrió en la humanidad y en ella solamente. Su funcionamiento es anormal y esto no es natural.

 

¿Qué ocurrió? ¿Cómo ocurrió que todo un trozo de la energía del ser humano se hundiera? ¿Cómo puede ser que haya desaparecido, que se haya debilitado todo un sector del funcionamiento humano?

 

La respuesta a estas preguntas es difícil. Se puede buscar en la historia, en la prehistoria de la humanidad y no se encuentra nada muy significativo. 

La etiología es la causa de una enfermedad o el conjunto de sus causas. La investigación de la causa de una enfermedad es una etapa fundamental del proceso médico.

 

En el estado en el que nos encontramos en este proceso, está bastante claro que Colombia sufre de un desequilibrio funcional caracterizado por comportamientos Yang masculinos excesivos y por comportamientos Yin insuficientes. Así, se pudo identificar la enfermedad como una hemiplejía energética Yin; en términos simbólicos, la hemos llamado el sueño de La Bella, o La Bella Durmiente. Nos quedan, entonces, dos temas por tratar: primero, debemos responder a la pregunta de la etiología de esta hemiplejía energética Yin. En otros términos: ¿Por qué duerme La Bella? ¿Por qué duerme La Bella en Colombia? ¿De dónde proviene este sueño con consecuencias tan nefastas, de dónde proviene el déficit, la penuria de Yin de esta sociedad? Sólo después de haber respondido a esta pregunta de las causas de la hemiplejía podremos comenzar a preguntarnos si esta situación admite o no soluciones y, en caso afirmativo, cuales; sólo equipados con el diagnóstico y la etiología podremos, en el capítulo siguiente, considerar el tratamiento, es decir, cómo despertar a La Bella.

 

La concepción del tratamiento de una enfermedad depende, en primer lugar, claro está, de su diagnóstico; por supuesto, el tratamiento de una hepatitis no es igual al de una insuficiencia cardiaca. Pero también depende de su etiología; no se tratan las cefaleas[1] debidas a una meningitis de la misma manera como se tratan las cefaleas debidas a hipertensión arterial. En el caso de la hemiplejía Yin que sufre Colombia, debemos responder a las preguntas: ¿De dónde proviene este déficit de Yin? ¿Por qué el Yin de esta sociedad está en penuria? ¿Por qué duerme La Bella?

 

[1] Cefaleas significa dolores de cabeza

Lunes, 10 Abril 2017 21:55

La economía

Un humorista decía que hay tres tipos de hombre: los mercenarios, los funcionarios y los misioneros. En lo que se refiere a la economía, diremos que existen, globalmente, dos formas.

 

La primera, la más visible, la más conocida, es la economía liberal. Está fundamentada en la búsqueda del máximo provecho y en la remuneración del capital. Favorece el individualismo, el utilitarismo y el egoísmo, tanto a la escala de los individuos como de los países. Ella genera la concentración de la riqueza y, por tanto, la distribución inequitativa. Se trata de la forma Yang de la economía y más exactamente de su forma hiper-Yang, mercenaria, que, en razón de su superdesarrollo, conduce a esta apropiación excesiva, a la depredación y a la toma de poder (sobre el hombre y sobre la Naturaleza) cuyo carácter inhumano se reconoce diariamente. « La hipótesis de egoísmo, que caracterizaría inicialmente el comportamiento del solo homo œconomicus, contaminó progresivamente el conjunto de las esferas de actividad del hombre »[1]. Este sistema ha generado sus detractores, que ven en él al responsable de toda la miseria del mundo. Para ellos es la Bestia a derribar.

 

El otro sistema económico, que es mucho menos visible, es la economía social y solidaria. Tan poco visible que muchos economistas, financieros o agentes económicos ni siquiera conocen su existencia y no hablan de el. « La noción de economía social remite… a una manera diferente de emprender y tiende a promover formas de empresas que, sin ser del dominio público, privilegian el servicio prestado más que la remuneración del capital y la búsqueda de la máxima utilidad»[2].

 

Esta versión diferente de la economía es la economía Yin. En razón del déficit de Yin de nuestras sociedades, está en forma subdesarrollada. Tiene un carácter comunitario, se fundamenta en la repartición (del esfuerzo y de las ganancias), implica la cooperación, la colaboración y la comunicación; tiene un carácter humano, misionario, sus actores participan en su control, está organizada en redes.« El sector de la economía social… reagrupa las cooperativas, las mutuales y las asociaciones que tienen una actividad de producción, organizaciones que, como lo muestra Vienney, presentan la particularidad de ser la combinación de una asociación de personas y de una empresa cuya característica discriminadora es la adhesión a un principio de no-dominación del capital, consistente en dar la primacía a la gestión de servicio sobre la gestión del rendimiento, al servicio prestado sobre el beneficio obtenido, a la actividad sobre la rentabilidad, a los derechos de la persona sobre los derechos de la propiedad… El sector de la economía social agrupa todas las organizaciones económicas en las cuales los beneficiarios de la actividad no son los accionistas ni los inversionistas »[3].

Claramente, no hay apropiación Yang sino repartición Yin. Argentina en crisis vio nacer un sistema bien organizado de trueque; en ciertos países (como Colombia[4]) se fundaron « bancos de tiempo » que gestionan los ofrecimientos de ciudadanos que invierten su tiempo y sus competencias al servicio de organizaciones que lo necesitan. Estas actividades económicas sociales son ejemplos de economía Yin.

 

Está claro que la economía mundial está desequilibrada. Como todas las actividades humanas, está afectada por este desequilibrio YANG/yin. Así, la humanidad debe sufrir los excesos de una economía liberal, voraz, vampiro e inhumana, generadora de desigualdades y de sufrimientos profundos. Al mismo tiempo, siente dolorosamente la insuficiencia de la economía social y solidaria. La actitud habitual consiste en considerar que la culpable es « la Bestia », la economía liberal. Pero nadie piensa que, por el contrario, es la debilidad de la economía social y solidaria la posible causante del exceso inverso. Nadie se imagina que si esta economía Yin retomara su lugar, la economía Yang se normalizaría y encontraría toda su utilidad sin inconvenientes, que la humanidad podría sacar todo el beneficio de ella sin tener que sufrirla, que tanto la una como la otra, ambas legítimas, se optimizarían. Nadie ve que el subdesarrollo de esta economía Yin está ligada a la imposibilidad en la cual están los seres humanos de comprenderla: no tienen los códigos, no tienen la visión de esta economía y de su importancia porque no tienen la energía para verla, comprenderla y reanimarla. Debido a este déficit energético, quienes podrían ser los agentes de esta economía ni siquiera se conocen como tales. No tienen la fuerza (Yin) que les permitiría descubrir, desarrollar, promover y valorizar fórmulas de economía solidaria nuevas y portadoras de futuro. Tampoco saben ni pueden detectar o tratar el parasitismo que, con frecuencia, se encuentra en su seno, de intereses egoístas y partidistas que, bajo discursos aparentemente sociales se infiltran y desvían su energía de su dirección inicial, la debilitan (el lobo de algún totalitarismo o de algún egoísmo (hiper-Yang) bajo el abrigo del cordero de un discurso pretendidamente social). Claro está hay ejemplos, por cierto impresionantes, de líderes sociales que han demostrado en la práctica que esta economía social existe[5]. Pero estos logros son bien insuficientes para cubrir dignamente todas las necesidades económicas de la humanidad. En el campo de la economía, La Bella todavía duerme y se hace muy urgente despertarla.

[1] MONNIER Lionel, THIRY Bernard. 1997, citados in BIDET Eric. Economie sociale, Encyclopædia Universalis, CD-ROM, 2002.

[2] Ibid.

[3] Ibid.

[4] Fundación Colombia Presente

    www.bancodetiempo.org 

[5] L’économie sociale et solidaire (La economía social y solidaria): « Sus « especificidades meritorias », para retomar los términos de François Bloch-Lainé (son): lugar de expresión de una democracia, capacidad para producir lazos sociales, aptitud para la innovación social, contribución al desarrollo local. Comprendido desde este ángulo, el proyecto de economía social parece particularmente adecuado para conciliar ciertas exigencias de la política del empleo y de la política social que aparecieron con la crisis económica y las conmociones que sufrieron la mayoría de las sociedades desarrolladas: aumento del desempleo y necesidad de poner en marcha dispositivos de inserción en el mercado del trabajo, envejecimiento de la población, generalización del trabajo femenino, trastorno de la célula familiar tradicional, etc. ». Eric Bidet, Economie sociale, Encyclopædia Universalis, 2002.

particularmente adecuado para conciliar ciertas exigencias de la política del empleo y de la política social que aparecieron con la crisis económica y las conmociones que sufrieron la mayoría de las sociedades desarrolladas: aumento del desempleo y necesidad de poner en marcha dispositivos de inserción en el mercado del trabajo, envejecimiento de la población, generalización del trabajo femenino, trastorno de la célula familiar tradicional, etc. ». Eric Bidet, Economie sociale, Encyclopædia Universalis, 2002.

Lunes, 10 Abril 2017 21:54

Los norteamericanos

En un libro dedicado a Colombia, no habría, a priori, ninguna razón para hablar de los Estados Unidos. Sin embargo, lo que ocurre en esta gran nación es tan significativo de lo que intentamos describir en este libro, hay tantas enseñanzas sobre lo que les ocurre a los norteamericanos que es útil dedicar algunas líneas para describir su desequilibrio. De otra parte, Colombia mantiene relaciones privilegiadas con sus vecinos del Norte, incluso una dependencia; seria interesante que los colombianos tengan algunas pistas sobre las bases energéticas de esta relación.

En efecto, los Estados Unidos son el ejemplo mismo de un sistema en desequilibrio. Este país sufre de la misma hemiplejía Yin que Colombia. Esto se traduce en comportamientos Yang excesivos, como la acumulación de las riquezas para unos pocos, una política de expansionismo y de control que se extiende a todo el planeta e incluso por fuera de él (se podría hablar de la exploración del espacio, pero no, ¡aún estamos hablando de su conquista, de su control y de guerra de las estrellas!), la construcción de muros inmensos de separación, etc. Uno de los puntos característicos de su déficit de Yin es la visión del mundo extremadamente reductora que gobierna su política y que se resume en « la guerra contra el terrorismo ». Esta pobre visión de la complejidad inmensa de la situación del mundo les hace creer que pueden liberarse de un cuestionamiento severo sobre su propia actitud y de un reconocimiento de su propia responsabilidad en el grave desequilibrio mundial. Con base en esta visión truncada de la realidad, hacen que otros carguen con la responsabilidad de lo que les ocurre. Es inquietante que los dirigentes promuevan esta política simplista, pero es aún más grave que las elites de ese país la acepten.

 

Irak es un país que experimentó la tiranía, que conoció las garras de la Bestia, fue víctima de la apropiación excesiva del poder y de las riquezas de un dictador (hiper-Yang) que, como todos los tiranos, arreglaba todos sus problemas mediante la eliminación física de sus opositores. Pero esto sólo es posible porque Irak es un país hipo-Yin, un país hemipléjico Yin. Para ayudar a este país había que ofrecerle, o hacer que el mismo se ofrezca lo que tanto le falta: una fuerza Yin, fuerte, que serviría para su transformación. Los norteamericanos, cuyo deseo de apropiación del petróleo iraquí no es un secreto para nadie y cuyo deseo de soberanía sobre todo el planeta es patente, impusieron su modo habitual de arreglar el problema: el enfrentamiento y la eliminación (hiper-Yang). Su decisión no obedecía a un diagnóstico preciso de la situación, diagnóstico que no habían hecho pero que, de todas formas, no les interesa, sino de una actitud primaria y visceral del tipo « riña de gallos » o « lógica de gladiadores ». El resultado que todo el mundo presentía y anunciaba no se hizo esperar: exacerbación de la violencia y del terrorismo. El mundo no se hizo más seguro, por el contrario, el fuego está en el polvorín, Irak está de luto, los Estados Unidos están de luto, la humanidad perdió una gran parte de su patrimonio. Y en poco tiempo, se llegó a esta aberración suprema en la que George Bush y sus halcones han matado más iraquíes que Saddam Hussein y más norteamericanos que Osama Ben Laden. Saddam Hussein, quien también quería matar norteamericanos pero no tenía los medios para hacerlo, logró que el mismo George Bush lo hiciera. En poco tiempo, incluso muerto, Saddam Hussein, por haber sabido atraer y hacer caer a su adversario en una trampa, ha ganado la guerra del Golfo. El mundo entero les había dicho a los norteamericanos que se trataba de una trampa, pero cuando uno no tiene Yin, uno no ve los enemigos interiores (la viga en el propio ojo), sólo los ve en el exterior (la paja en el ojo ajeno).

 

El error de los norteamericanos produjo terror. Atizaron el terrorismo que pretendían querer combatir. El terrorismo no es más que un síntoma hiper-Yang de un desequilibrio energético YANG/yin. Atacar el terrorismo y permanecer ahí sólo corresponde a un tratamiento sintomático, con todos los efectos secundarios que se conocen. Y esta « estrategia » no despertó para nada las fuerzas Yin del país, por el contrario: La Bella de Irak sigue dormida y maltratada. El problema de Irak no está solucionado. Pero su petróleo está en manos de los Estados Unidos. Los Yankees no querían la transformación de Irak sino su petróleo. No comprendieron. No comprendieron que, cuando se libran a este tipo de comportamientos, están retardados y atrasados. No han comprendido que todos estamos en el mismo barco Tierra y, que lo queramos o no, estamos todos involucrados en el futuro de nuestros hijos, futuro que sólo podrá existir si hay solidaridad, ayuda mutua, equilibrio y repartición.  

 

Tampoco han comprendido lo que les sucedió el 11 de septiembre de 2001. Algunas voces se elevaron en los Estados Unidos después del abominable atentado de Nueva York para invitar al cuestionamiento de ellos mismos: « ¿Por qué no nos quieren? ». Cuando se produce un evento de este tipo, siempre hay algo que comprender. Pero estas voces no fueron escuchadas, la cuestión fundamental no tuvo eco y la lección que podía aprenderse de ella no fue entendida. Sin embargo, lo que les ocurrió puede comprenderse.  

 

Existe un símbolo que puede llevar a esta comprensión, un símbolo importante, la carta XVI del Tarot: la Casa de Dios (La Torre). Todos los discípulos de auténticos maestros espirituales han aprendido a conocer esta carta (y lo que representa), con frecuencia a costa de ellos. Representa la caída del Iniciado o la destrucción de su ego hipertrofiado, con sus pretensiones y su orgullo (verticalidad hiper-Yang).

Este símbolo pone a dos personajes en escena: el Iniciado (su corona representa su origen real) y su asistente. La torre (una erección) que construyeron es fulminada por el fuego del Cielo. (Es de anotar la pequeña nube que simboliza la confusión que impidió a las autoridades, la CIA y el FBI, en el caso del atentado del 11 de septiembre, detectar el ataque con anticipación). En su caída, el asistente va a morir por el golpe de un ladrillo sobre el cráneo. El Iniciado parece beneficiarse de una protección y va a poder salir ileso de su caída y seguir su recorrido de formación liberado de la inflamación de su ego. 

 

En esta figura reside la gravedad y la exigencia del proceso de transformación del ser humano: si el que está involucrado (el Iniciado) se descuida, el no es quien va a morir, sino su asistente. El caerá pero sanará de su orgullo. En el mito de Hércules se encuentra exactamente la misma noción: desde su primer trabajo, « La captura de las yeguas comedoras de hombres », Hércules, orgulloso e imbuido de su fuerza, descuida su protección y su trabajo y es su amigo Abderis quien muere. Su trabajo está hecho, pero está mal hecho[1].

 

La reciente actualidad nos ha recordado infortunadamente que las leyes de la existencia son válidas para todo el mundo: en efecto, cómo no ver en la destrucción de las Torres Gemelas por el fuego venido del cielo, una reproducción tan exacta de esta carta XVI del Tarot. A lo que se apuntaba era al orgullo, al egoísmo, a la pretensión (es decir el Bien y el Mal, de recrear el mundo o conquistarlo…) y a la verticalidad (el machismo, el feudalismo, el imperialismo, en resumen, el patriarcado) de la civilización norteamericana y fueron sus miles de asistentes quienes murieron. Los norteamericanos no parecen haber visto que lo que estaba en juego ese 11 de septiembre sólo era el símbolo de la prosperidad (World Trade Center), el símbolo del poder (Casa Blanca o Capitolio) y el símbolo de la Defensa (Pentágono), y no parecen haber comprendido que la próxima vez, no serán los símbolos los que serán destruidos sino la prosperidad, el poder y la defensa. Su fuerza, a los ojos de la Vida, no les confiere ningún derecho y, con seguridad, no el de utilizar a la humanidad y la Naturaleza, sino que les confiere más bien deberes, el de compartir y el de servir. Es deseable que los norteamericanos retomen consciencia, se deshagan de la exageración de su ego, consideren el desequilibrio YANG/yin que los afecta y que generan, y lo corrijan despertando en ellos a La Bella.

Carta XVI del Tarot

Ahora, en cuanto a quienes están subordinados a los norteamericanos, en cuanto a los países que están bajo su dependencia, en cuanto a los pueblos (como Colombia) que son víctimas o dependientes de la potencia militar, política y económica de los Estados Unidos, deben considerar que su problema no es la presencia de la Bestia, no es la injerencia militar, económica y cultural norteamericana, sino la ausencia de La Bella, la debilidad de su propia energía Yin, la ausencia de una fuerza de cohesión social en ellos mismos. El despertar de la fuerza Yin en ellos mismos obligaría a los Estados Unidos a transformarse en Príncipe Encantado, obligaría al Imperio a volver a ser lo que se había propuesto, una tierra de libertad y de respeto. Si Colombia dispusiera de toda su energía, Yin y Yang, no tendría necesidad de ser vasalla de los Estados Unidos y ellos se convertirían en socios respetuosos.

 

[1] BAILEY Alice A. Les travaux d’Hercule. Lucis, Genève, 1981, p 33.

El machismo es un producto puro del patriarcado, tal vez el más visible, en ciertas comarcas, entre ellas Colombia. La figura del macho violento, orgulloso, susceptible y celoso es muy común en esta cultura y, seguramente, cuentan mucho sus raíces españolas. El espectáculo que ofrecen estos machos violentos, desequilibrados y ridículos sólo sería grotesco si no se acompañara de consecuencias tan dramáticas en términos de agresión a las mujeres. La criminalidad debida al machismo es de una frecuencia alarmante y obliga a comprender bien las causas y consecuencias para aplicarle los remedios adecuados. El machismo deja a las mujeres vulnerables y desamparadas y genera interrogantes, perplejidad e impotencia en los profesionales de la salud, psiquiatras, psicólogos, médicos, trabajadores sociales…

El machismo es una ilustración perfecta del tema de este libro. Se trata de un comportamiento que traduce un desequilibrio. Un comportamiento es una manera de funcionar. El machismo es una manera anormal de funcionar. Se trata de un trastorno energético muy fácil de identificar: una hemiplejía energética Yin. Un macho es un enfermo, sufre de un déficit de energía femenina Yin y, por lo tanto, de un exceso de energía masculina Yang. Es difícil encontrar un ejemplo de hemipléjico Yin más flagrante que este; las personas que aun dudan de la existencia de la energía o de su bipolaridad Yin/Yang, femenina/masculina, están obligadas, ante los comportamientos de los machistas, a rendirse frente a la evidencia: su desequilibrio es el de su energía.

 

Las manifestaciones de esta hemiplejía son las de brutalidad masculina, de enfrentamiento, de agresión, de golpes, bajo la influencia de una fuerza que empuja a la eliminación del otro. El conjunto de los valores del macho, sesgados y falseados por su desequilibrio energético, conduce a una distorsión de la representación de lo que es verdaderamente un hombre y de lo que es verdaderamente una mujer y hace que para él, lo masculino esté relacionado con el bien, con la fuerza y con la legitimidad, y que lo femenino esté relacionado con el mal, con la debilidad y que puede y debe ser eliminado. Ese otro que es considerado como no legítimo y « por tanto, puede ser eliminado » sería la mujer. Para el macho no se trata de enfrentarse con otro macho, es lo femenino lo que debe ser eliminado, como ocurre en toda sociedad patriarcal.

 

Cuando el macho se siente estresado, provocado o amenazado, o cuando necesita desahogarse, recurre a la energía que dispone para « arreglar sus problemas », es decir a su energía masculina en exceso. No va a expresar los comportamientos relacionados con la energía que le falta sino, claro está, los relacionados con la que le sobra. El resultado sólo puede ser lo que conocemos demasiado bien: la agresión de la mujer y su eliminación.

 

Si el comportamiento de los hombres en el machismo llama toda la atención y suscita reacciones de indignación, de rechazo, de incomprensión, de condena unánime, también es cierto que el de las mujeres también debe ser tenido en cuenta. Porque este fenómeno del machismo supone que se conformen parejas de verdugo / víctima, y la víctima no puede siempre redimirse completamente de cierta responsabilidad en esta situación. Es lo que aparece a través de los comentarios que, a veces, se escuchan: « ella debió hacer algo no muy claro », o « por algún motivo, debió merecerlo… ». O, aún peor, esta broma pesada: « Golpea a tu mujer todos los días, si tú no sabes porqué, ella sí lo sabe ». Y la mujer víctima dice: “Pero ¡yo no hice nada…!” Si se quiere considerar el papel de las mujeres en el machismo, se deben abordar por lo menos dos puntos importantes.

 

El primero es el de la educación dada por las mujeres, por la madre. Si la madre del joven puede tener una visión equilibrada de la relación hombre / mujer, mediante su influencia, sus directivas, sus explicaciones y su autoridad, le impondrá poco a poco esta visión equilibrada. Le enseñará la noción de respeto obligatorio y de igualdad (ante las tareas domésticas, por ejemplo) y el niño vivirá esto como algo natural (porque es maternal) y el respeto será el referente. Infortunadamente, en la sociedad patriarcal, es difícil incluso para las mujeres y las madres liberarse de los clichés dominantes y del conformismo, de los modelos patriarcales de crianza y de comportamientos recibidos en el hogar, les es difícil no ser cómplices involuntarios de un sistema que les oprime. Con mucha frecuencia, las mujeres dedican tanta energía a las actividades diarias que ya no disponen de más para ganar altitud, considerar su condición bajo otro ángulo y cambiar. Y todos conocemos mujeres que son más Yang que muchos hombres y que no son solamente cómplices del sistema, sino actrices. Estas mujeres desequilibradas formarán obligatoriamente niños desequilibrados que nunca aprenderán a respetar y valorar lo femenino en ellos mismos, en la mujer, en la sociedad y en la Naturaleza. En esto reside una parte de la responsabilidad de las mujeres en el machismo.

 

El segundo punto es que si el marido macho es un enfermo, un hemipléjico Yin, su mujer también lo es, ella también sufre de la misma hemiplejía Yin. Si no fuera así, si ella dispusiera verdaderamente de un Yin fuerte, esta energía transformaría o habría transformado a su marido. Esta fuerza obligaría a su marido a transformarse o a irse. Esta fuerza, si estuviera lo suficientemente despierta, haría más que imponer el respeto a su marido, lo transformaría, permitiría que esta mujer viviera con un « príncipe ». En la pareja macho violento / mujer golpeada, está el responsable « por acción » y la responsable « por omisión »; los dos son responsables porque son hemipléjicos Yin y la mujer vive con una « bestia ». Esto explica porqué mujeres golpeadas, ante el asombro de todos, le dan una segunda oportunidad a su verdugo. Ellas sienten en si mismas, y con justa razón, parte de la responsabilidad en la situación, sienten confusamente que debido a una deficiencia personal, faltaron a su deber, que fallaron en una misión que se habían impuesto y creían posible: transformar ese marido que sabían desequilibrado. En realidad, entonces, se dan una segunda oportunidad a ellas mismas. Se convencen que tendrán suficiente fuerza para continuar su « misión », para transformar a su marido o transformar su situación. Pero estas mujeres deberían escuchar la inquietud de su entorno y perder la ingenuidad: deberían comprender que con buenas intenciones no van a transformar a su verdugo sino más bien con la fuerza bien despierta de su energía Yin; que si no se curan de su hemiplejía Yin, si no despiertan primero en ellas esta fuerza Yin mediante un trabajo bien preciso y bien conducido, entre otras cosas, solicitando y recibiendo la ayuda adecuada, serán, sin falta, de nuevo víctimas y probablemente nunca estarán en posibilidad de ofrecer una tercera oportunidad.

 

También se podría evocar un tercer elemento en la participación en la génesis y el mantenimiento del machismo: es la cadena infernal de la culpabilidad que mantiene a las mujeres en la prisión del karma, en la barbarie y en la condición de víctima, todos estos elementos que caracterizan este nivel de consciencia infortunadamente muy extendido que se llama la Edad de Hierro. Este punto que se refiere no sólo a las mujeres sino a todos los seres humanos, será abordado más adelante.

 

En el mejor de los casos, una pareja « hombre macho violento / mujer víctima », que se da cuenta que la situación es anormal, decide cambiar. Los dos elementos de la pareja que toman consciencia de su déficit de Yin se dan los medios para su curación y se dedican a su transformación, juntos o cada uno por separado. Si se utilizan los medios justos, la pareja se reequilibra. Este caso ejemplar está lejos de ser la regla. Con frecuencia, el macho no tiene posibilidad de darse cuenta de su desequilibrio (lo que no le quita en nada su responsabilidad, porque todos los seres humanos son, claro está, responsables de su propio inconsciente), por tanto, nunca estará dispuesto a contribuir a la solución del problema, porque, para él, ni siquiera hay problema. En una pareja verdugo / víctima rara vez es el verdugo quien introduce el cambio, con mayor frecuencia es la víctima. Si la mujer maltratada está decidida a cambiar de condición, hará todo lo necesario para despertar a « La Bella » en ella. Y a medida que su Yin crezca, « la Bestia » se transformará. Veremos en el capítulo « tratamiento » lo que se tiene que hacer para curarse de una hemiplejía Yin.

 

Por otra parte, sabemos que el Yang no es el hombre sino lo masculino. El machismo no es el atributo solo de los hombres. Existen mujeres muy Yang, (la ejecutiva corre el riesgo de caer en este desequilibrio) que se comportan de manera muy masculina, que son auténticos patriarcas y que ejercen un verdadero machismo, con todas sus características. En este caso son a menudo hombres (el esposo, los hijos, los empleados…) los que son las víctimas de esta forma de machismo.

 

Finalmente, se agregará a esto que, puesto que el machismo es una de las numerosas consecuencias del patriarcado, no es tanto el machismo el que se debe tratar sino el patriarcado. Las raíces de esta anomalía social, el machismo, se sumergen profundamente en el patriarcado. El tratamiento del machismo es un tratamiento muy profundo (cambio-metamorfosis). No se trata de cambiar de sitio los muebles en la prisión del patriarcado, se trata de salir de esta prisión. Esto obliga entonces a considerar todos los medios, teóricos y prácticos, que permiten reequilibrar la energía de una sociedad. Este es el objeto de este libro.

 

En una sociedad desequilibrada los malos tratos no se dirigen sólo a las mujeres. Los niños también son, con mucha frecuencia, víctimas de violencias inauditas. Estas brutalidades representan comportamientos incomprensibles para muchos. Además, no sólo son perpetrados por hombres, muchas mujeres desequilibradas maltratan a sus hijos.

 

Para acabar con estos sufrimientos muy frecuentes de los niños, es necesario conocer las causas energéticas de estos comportamientos. La explicación energética que se puede dar a estos comportamientos es que estas personas que maltratan son hemipléjicas Yin y, sometidas en la vida cotidiana a la acumulación del estrés bajo todas sus formas, estas personas desequilibradas necesitan de un exutorio para su exceso de energía Yang y lo encuentran en forma de la violencia Yang que ejercen sobre los niños. Ellos sirven de alguna manera de rebosadero y, con mayor razón, porque están en completa incapacidad física de defenderse.

 

Estas personas, cuya sensibilidad no funciona bien, por déficit de su carburante natural, la energía Yin, no sienten el sufrimiento que imponen, no perciben las consecuencias de sus actos sobre su entorno. No reciben las informaciones-dolor que envían sus víctimas. Están en déficit de recepción (Yin) y en exceso de emisión (Yang). El remedio en este estado no podría ser sólo la contención de la brutalidad y de los excesos de las personas desequilibradas, lo que sería un ensayo muy legítimo pero ilusorio y, con frecuencia, ineficaz para limitar la violencia. El remedio pasa obligatoriamente por el reequilibrio de estas personas, por el despertar de su energía Yin.

 

El aumento de energía Yin crea dos efectos: aumento cuantitativo y reequilibrio cualitativo de la energía de esas personas. Mientras más aumenta la cantidad de energía, más cambian los problemas de proporción y de importancia relativa y se hacen más manejables; hay, entonces, menos estrés y menos necesidad de desahogarse con otros de su acumulación. « ¡No es que tu seas muy grande, sino que yo estoy de rodillas! »

 

A medida que el sistema energético de los individuos se reequilibra, la necesidad de descargarse de su exceso de energía masculina disminuye, su sensibilidad renace, recobran la percepción de su entorno y de sus necesidades, descubren poco a poco que tienen a su disposición otra fuerza para arreglar sus problemas, diferente a la masculina de enfrentamiento y agresión y experimentan los efectos de una fuerza femenina de transformación.

 

Los maltratos a los niños también plantean la pregunta acerca de su nivel de energía. Los niños tampoco disponen, al igual que los adultos, de la energía que deberían tener. Ellos también se encuentran, con frecuencia, en déficit de energía. Si a veces son insoportables es porque al hostigar a sus padres, al desestabilizarlos, intentan recuperar un poco de la energía de ellos. Es su manera de llamar la atención de sus padres sobre sus reales necesidades energéticas.

 

Los padres están obligados a alimentar a sus hijos. En general, se entiende por alimentación la satisfacción de las necesidades físicas en nutrición. Pero existe otro tipo de alimentación igualmente necesaria: la alimentación energética, es decir la satisfacción de las necesidades de energía y de informaciones para el mejor desarrollo y funcionamiento de los niños. Pero en este campo, teniendo en cuenta que los padres con frecuencia están en déficit de energía, también hay grandes carencias que hacen que muchos niños funcionen muy mal.  Esto tiene como consecuencia directa una desestabilización de su entorno y la entrada a un círculo vicioso que puede conducir a la violencia extrema. El niño está mal porque no tiene la energía que debería tener, la reclama a su manera, como puede; se vuelve irritante para su entorno. Completamente inconsciente de la carencia de energía subyacente y de las verdaderas necesidades y demandas del niño, el entorno cuyo nivel de tolerancia al estrés es tan bajo como su energía, reacciona torpemente o brutalmente, con el efecto directo de agravar la situación y producir una escalada de violencia. Se llega a estas situaciones en las cuales los adultos no ven otra solución a sus problemas diferente a la eliminación física (cima de un comportamiento hiper-Yang) de su niño.

 

Al margen, se puede mencionar que, en el asunto del suicidio se trata del mismo mecanismo energético: una persona (y es el caso de muchos adolescentes) se elimina, cuando lo que necesita no es eliminarse sino transformarse (de todas formas no es seguro que se pueda escapar de la realidad con el suicidio y que no se encuentre después de la muerte con lo que se buscaba evitar) pero, como justamente se encuentra en desequilibrio hipo-Yin / hiper-Yang, no es consciente de que existen una fuerza y medios de transformación y sólo cree encontrar solución en su propia eliminación.

 

Muchas madres o padres han podido tener la experiencia de cambios radicales del comportamiento de sus hijos después de una recuperación de la energía tanto de los niños como de uno o ambos padres. Se puede esperar que el conocimiento creciente del concepto de energía permita avances hacia la comprensión y la solución de estos problemas importantes como son los maltratos a los niños y el suicidio de los adolescentes. Ante cualquier trastorno del comportamiento, se debería tener la costumbre de buscar siempre su causa energética.

Lunes, 10 Abril 2017 21:52

La liberación de los rehenes

Cuatro mil doscientas personas[1] están en este momento en manos de las guerrillas colombianas y otros grupos malhechores, retenidos en la mayor inseguridad, víctimas de todas las crueldades y sirviendo de escudos humanos. Cuatro mil doscientas personas están en las fauces de la Bestia.

 

Su liberación puede ser el fruto de una política Yang de enfrentamiento y de eliminación. Los colombianos saben de qué se trata, ya tuvieron la experiencia con la liberación fallida de los rehenes de Urrá[2]. Los que resultaron eliminados fueron los rehenes; algunos de ellos, militares, servidores de la Nación, estaban retenidos desde hacía más de seis años. Para las autoridades colombianas responsables de esta política Yang, es el fracaso y la humillación. La angustia de las familias de los secuestrados es que estas recurran de nuevo a esta política armada.

 

La carta XI del Tarot nos propone otra política para su liberación, una política Yin: es posible abrir las fauces de la Bestia sin violencia. Este arcano del Tarot no es la expresión de un idealismo beato. Por el contrario, es una invitación a conocernos mejor, a descubrir la fuerza Yin, individual y colectiva, de la cual podríamos disponer si estuviera despierta. La experiencia cotidiana de su manejo muestra que toda persona que hace lo necesario para desarrollarla en sí, logra liberarse de toda forma de crueldad o de opresión (exterior e interior). Lo mismo sucede para una colectividad. Una colectividad puede liberarse y obligar a la Bestia a soltar a sus víctimas, despertando su propia Bella. Al igual que la liberación de un individuo depende de su decisión y de su trabajo, la de Colombia depende de la decisión y del trabajo de cada uno y de todos los asociados que la componen. Entonces, es seguro que la situación de los rehenes tiene salida. La de Colombia también. Puesto que el modo Yang de liberación de los rehenes tampoco dio resultados y el acuerdo humanitario parece improbable, dadas las condiciones que imponen las partes, queda la opción Yin de resolución de los conflictos, el despertar de La Bella colectiva.

 

[1] Según « Las voces del secuestro » organización que censa a los secuestrados e intenta ponerlos en contacto con su familia por radio; actualmente, más de 4.200 personas están secuestradas en Colombia.  www.lasvocesdelsecuestro.com

[2] Urrá: sitio donde fueron abatidos por las FARC Guillermo Gaviria y Gilberto Echeverri al mismo tiempo que ocho militares el 5 de mayo del 2003.

 

Lunes, 10 Abril 2017 21:51

La no-violencia

Dejemos que los judíos, quienes se proclaman como el pueblo elegido, demuestren su título al escoger el camino de la no-violencia para reivindicar su posición en la tierra.

   Mahatma Gandhi, 26 de noviembre de 1938

 

 El concepto de no-violencia se refiere al rechazo de utilizar la violencia para resolver los conflictos. Pero este concepto es delicado e incomprendido. Con frecuencia, incluso quienes lo promueven y lo reivindican no tienen una visión clara.

 

La primera causa de esta incomprensión radica en la ambigüedad del término. Puesto que la no-violencia es un valor positivo, una fuerza constructora a partir de la cual se esperaría la transformación de los violentos o de las situaciones de violencia, ¿por qué denominarla bajo la negación de un valor negativo? Esto equivale, por ejemplo, a desconocer la palabra « luz » y reemplazarla por la palabra « no-oscuridad ». Este valor positivo nunca se conceptualiza ni se expresa claramente.

 

Jacques Sémelin[1] nos recuerda que la no-violencia « se fundamenta en dos principios fundamentales e indisociables

 el rechazo a la violencia, que Gandhi relaciona a la noción de ahimsa, término sánscrito compuesto por el prefijo privativo a y un derivado de la raíz han, « perjudicar, hacer daño »…

 la búsqueda de una manera de actuar que permita luchar sin violencia contra la violencia; Gandhi quiso expresar la novedad al forjar el término de satyagraha, « fuerza de la verdad ». 

Y agrega: « La palabra « no-violencia » también²suscita malentendidos frecuentes. Porque, si bien su estructura semántica expresa claramente la primera dimensión (rechazo de la violencia), no evoca en lo más mínimo la segunda (una manera de actuar). » Pierre Févre dice que « al juntar una negación a lo absurdo de la fuerza bruta, no se hace surgir una plenitud de vida razonable ». [2]

 

Esta dificultad para denominar traduce el carácter poco visible, poco conocido de esta fuerza de la cual se espera, sin embargo, que transforme adversarios y situaciones. Para superar esta ambigüedad, podríamos comprender la violencia y acordar denominarla « la Bestia ». Cada quien comprenderá que su desaparición y su transformación están relacionadas con el despertar de « La Bella », es decir, esta « fuerza de la verdad », satyagraha, esta fuerza Yin de influencia, esta manera de actuar. El término « La Bella » expresa un valor positivo y cubre todos los significados dados hasta el momento a la mal llamada « no-violencia ».

 

Una sociedad puede alcanzar una « plenitud de vida razonable » en la medida en que encuentra su equilibrio Yin/Yang. Aunque la denominación « Bella » tenga un carácter simbólico, no se trata de una quimera. « Para el politólogo norteamericano Gene Sharp, expresiones como « acción no violenta » o « combate no violento » permiten superar la ambigüedad precedente. En efecto, los términos de acción o de combate expresan un movimiento, una dinámica, mientras que el adjetivo « no violento » sugiere una restricción. « Acción no violenta » remite así a la idea de la puesta en marcha de una energía colectiva[3] la cual, al mismo tiempo que se desarrolla intenta contenerse, refrenarse. »[4] Una colectividad que respeta la vida se prohíbe a ella misma el uso exclusivo de la fuerza Yang de enfrentamiento, de eliminación y de violencia. Pero decide recurrir a una energía colectiva (el término está bien elegido), la fuerza Yin de una comunidad, La Bella. Colombia tiene la capacidad de esta energía colectiva, en ella existe este potencial de energía Yin colectiva pero La Bella, que está en ella, duerme todavía.

 

La segunda razón para la ineficacia de esta no-violencia es que quienes la promueven no han desarrollado esta fuerza Yin en ellos mismos, como si lo habían hecho en cierta medida Gandhi, Martin Luther King y Nelson Mandela. Uno no se improvisa de un día a otro como líder de la no-violencia. La Bella no se despierta en nosotros por decreto.

El desarrollo de la Fuerza Yin exige predisposiciones, cierto equilibrio natural y un trabajo intenso, prolongado y bien dirigido. Estas condiciones están en general completamente subestimadas. También requiere conceptos teóricos coherentes y una comprensión que permitirían evitar errores irreparables. A este respecto, lo que vivieron Guillermo Gaviria y Gilberto Echeverri[5] es lo suficientemente dramático como para extraer de esto toda la enseñanza posible. Es necesario admitir que si perdieron la libertad fue porque cometieron un error. Su error consistió en sobreestimar la fuerza (Yin) de su movimiento y la de ellos mismos, o en subestimar la barbarie (hiper-Yang) de sus adversarios. No percibieron que en el seno de una comunidad (que tiene su propia fuerza Yin), ellos adoptaron el estatuto de jerarcas (Yang) para ir a dialogar (sin las medidas de protección normales de los jerarcas, la policía, las fuerzas armadas) con un enemigo despiadado (hiper-Yang), cuando lo normal hubiera sido que la comunidad misma (Yin) fuera la que mantuviera la discusión, si es que debía haber discusión. Gaviria y Echeverri debieron haber visto que la fuerza de una marcha como la que estaba organizada es una fuerza Yin, aun mas consecuente entre mayor era la cohesión del grupo, y que ellos no eran otra cosa que otros dos miembros ordinarios de esta comunidad, en el sentido en que ellos no habían trabajado ni desarrollado en ellos mismos esta fuerza Yin. Ellos deberían haber visto que perderían toda fuerza y protección si se separaban de sus compañeros. No se le permitió a la comunidad ejercer su fuerza, fue relegada a un segundo plano por los mismos organizadores. Por lo tanto, no valía la pena organizar una marcha. No es Gandhi quien quiere.

 

Si el presidente Pastrana se hizo elegir, en 1998, con base en un programa de diálogo con la guerrilla, era porque optaba por una política de no enfrentamiento. Deliberadamente rechazaba acabar con las guerrillas mediante su eliminación Yang. De manera implícita, pensaba poder obtener la transformación de la situación de otra forma, no-violenta, con el diálogo. El diálogo suele presentarse como la única opción cuando se descarta la del enfrentamiento y de la eliminación. Infortunadamente, este diálogo no tenía fuerza y Colombia se dio bien cuenta. No se debía llegar a estos diálogos en posición de debilidad; había que utilizar la Fuerza. Era necesario contar con una fuerza importante, en este caso con una fuerza Yin. Porque si no se elimina, hay que transformar. Pero para lograrlo se debe ser fuerte en Yin. En el contexto de la época, no se tenía ninguna idea acerca de la existencia de esta fuerza de « La Bella ». El resultado es que la guerrilla no fue transformada ni eliminada.

 

A la inversa, algunas comunidades campesinas colombianas lograron repeler los ataques de la guerrilla mediante una estrategia admirable: en vez de huir o esconderse, los campesinos salieron a la plaza pública con tambores e impidieron así las exacciones de la guerrilla que no pudo decidirse a arremeter. En ciertos casos, los guerrilleros se devolvieron a pie, con las manos vacías. La paradoja absoluta consistió en que fue la población la que protegió a los policías encargados de protegerla. Realizaron un cambio 2, un cambio-metamorfosis. Estos campesinos constituyeron espontáneamente una comunidad Yin fuerte que infiltró e inhibió la violencia de los guerrilleros.

 

El mismo fenómeno se reprodujo en Ukrania en diciembre de 2004[6], cuando la población, a pesar de que “el oso ruso” estaba al acecho, no se entregó a ninguna violencia, a ningún enfrentamiento, pero obtuvo lo que quería (nuevas elecciones, sin fraude) por la fuerza, la suya, la de La Bella, la de una comunidad, una fuerza de influencia, Yin, notable.

 

[1] SEMELIN Jacques. La non-violence. Encyclopædia Universalis, CD-ROM, 2002.

[2] FEVRE Pierre. Pacifique (équilibre). Encyclopædia Universalis, CD-ROM, 2002.

[3] Los subrayados son del autor.

[4] SEMELIN Jacques. La non-violence. op. cit..

[5] Guillermo Gaviria (ex gobernador de Antioquia) y Gilberto Echeverri (ex ministro de la Defensa) fueron secuestrados durante una marcha por la No-violencia organizada en abril de 2002 en Colombia. Luego fueron asesinados por las FARC junto con ocho militares, en un intento de rescate el 5 de mayo de 2003.

[6] La Revolución naranja es una serie de manifestaciones y de huelgas que tuvieron lugar en Ucrania después de la elección presidencial de noviembre y diciembre del 2004, en protesta contra el fraude electoral. Este movimiento social aparentemente espontáneo, sostenido por el candidato Victor Iouchtchenko, ha llevado a la realización de una tercera vuelta de las elecciones que le dio la victoria el 23 de enero del 2005.

Lunes, 10 Abril 2017 21:50

La corrupción

Para comprender la corrupción y poder corregirla, sería conveniente determinar las razones de su aparición. Se debe responder a la pregunta del origen de esta “necesidad” crónica de robar, de engañar, de apropiarse del bien de otros, de aprovechar, de abusar, necesidad que encontramos, paradójicamente, incluso en quienes ya tienen ampliamente todo lo necesario para vivir.

 

La experiencia de la energética humana puede contribuir a la comprensión y a la solución de esta plaga. Relaciona este comportamiento con un vacío energético, con el sufrimiento y la confusión que este crea en la persona y con una necesidad « vital » de compensarlo, cualquiera que sea el procedimiento. La humanidad, de manera general, sufre de un vacío energético importante, tanto cuantitativo como cualitativo. Su balance energético es negativo. Muchos de los comportamientos de los seres humanos sólo son comportamientos de compensación artificial de esta penuria de energía. La búsqueda del poder, de la gloria, la necesidad de brillar en sociedad, el uso de drogas, de tabaco, toda forma de acumulación (dinero, propiedades, amantes…) con frecuencia están relacionados con esta penuria de energía. Todas estas acumulaciones (de elementos exteriores) no tienen ningún efecto sobre el déficit energético (interior) y muchos corruptos terminan su vida en prisión por no haber parado de robar « a tiempo ». Los corruptos son enfermos: son hemipléjicos Yin.

 

Este punto de vista explica el carácter perfectamente ilusorio de cualquier esfuerzo dirigido a disminuir o suprimir la corrupción sin aplicar el remedio a lo que la genera: la penuria de energía de la sociedad. Una sociedad que no corrija su déficit energético no terminará nunca con la corrupción que la asola.

El déficit cuantitativo de energía bastaría por sí solo para explicar la existencia de la corrupción, la visión a corto plazo que la acompaña así como el fracaso de todos los intentos para acabar con ella. Pero la corrupción también está relacionada directamente con el déficit de orden cualitativo: déficit de Yin que genera un exceso de Yang. Mientras más desequilibrado YANG/yin esté un individuo, será más víctima del deseo insaciable (hiper Yang) de apropiarse del bien de otros, le será más difícil no atravesar la barrera moral que le prohíbe robar, hará más uso de la fuerza, estará más conforme con la ley del más fuerte y recurrirá a la eliminación de los más débiles. Al lado de estos síntomas relacionados con el hiper Yang, la penuria Yin genera manifestaciones de hipo Yin como la pérdida de valores, la insensibilidad social, la imposibilidad total de percibir el contexto en el cual uno se encuentra, el desprecio total por el colectivo (que sólo se considera como una « vaca lechera »), la atrofia del pensamiento sistémico, la imposibilidad de comprender que es una comunidad, su bondad, su necesidad… Todas estas anomalías sociales que tanto afectan a toda sociedad víctima de esta corrupción, encuentran su explicación en este desequilibrio energético.

 

Se puede agregar que los corruptos son retardados. Los « dejó el tren ». No ven que cuando llega el amanecer, ellos siguen funcionando de acuerdo con las leyes de la noche. No se dan cuenta que un día se dejarán atrapar, porque, con el alba, con el fin de la « horrible noche », sus acciones serán cada vez más visibles.

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