Características de los comportamientos y valores Yin

La energía Yin condiciona el funcionamiento, los valores y los comportamientos femeninos. Es pasiva, receptiva, sin intención, interior, evoca el don de sí mismo, la sumisión, la quietud. Está en la base de ese modo de acción por infiltración, típicamente femenino, la influencia (la influencia con frecuencia se califica de femenina). Convencer es Yin.

 

La construcción Yin es interna, invisible, silenciosa: la fecundidad, el engendramiento de la vida, la nutrición. Las hembras dan vida.

 

La energía femenina nutre los comportamientos de cooperación, de colaboración, de compartir, de participación, de coexistencia, de inclusión, de conjunción, de mutualidad, de ayuda, de solidaridad, de responsabilidad social. Le corresponde a las mujeres constituir el hogar (no tanto el nido como lo que hay dentro de él), la familia, la fraternidad, la convivencia, la comunidad. Es una fuerza centrípeta. Es ese polo de la energía que permite la aparición y el funcionamiento de un tejido conectivo en un organismo, de un tejido social en una colectividad, que permite la comunicación y la comprensión entre las partes de una sociedad, que transforma una sociedad de rivales en una comunidad.

 

La organización Yin es horizontal, reticular (en red). La energía Yin permite las interacciones entre los elementos constitutivos de un conjunto, favorece una lógica de asociación, conforma redes, organizaciones, en las cuales el funcionamiento se hace en paralelo, sin jerarquía y sin control (como en Internet) con comunicación, deseo de compartir informaciones. El esfuerzo es compartido, las ganancias también. La posición de cada uno de los elementos de una red es la confianza: “En el sistema en cuestión, yo hago lo que tengo que hacer y espero que los otros también lo hagan; de todas maneras, no puedo ni quiero ejercer ningún control”. En una manada de elefantes, para defenderse del tigre y proteger a sus pequeños, las hembras se disponen en círculo, los pequeños en el centro del círculo y ellas, las defensas, hacia el exterior. Una elefanta aislada tiene el riesgo de perder a su hijo.

 

Si la jerarquía y el « establishment » son Yang, en cambio el pueblo es Yin.

 

El modo femenino de evolución es de evolución mediante autoorganización.

 

Cuando una red funciona bien (en el caso, por ejemplo, de una democracia verdaderamente funcional), emergen una fuerza, una inteligencia y una creatividad colectivas y resulta un control ascendente sobre la jerarquía, sobre los dirigentes y los representantes políticos[1], sociales, económicos y religiosos, sobre los expertos científicos y técnicos[2].

  

La energía Yin alimenta una consciencia pasiva, siempre receptiva, sin intención, una consciencia "copa"  (K.G. Durkheim) que acepta la realidad tal y como es, sin nombrar, sin juzgar, que dice “” a la realidad tal y como se presenta sin pretender cambiarla, que reconoce su legitimidad. La frase Yin por excelencia es: « Así es ». Observemos, desde el punto de vista práctico, que el hecho de afrontar con confianza la vida, de decir: "sí; entre", al admitir que "siempre es Dios quien golpea"[3], no bloquea el juego de la energía y la realidad, influenciada, acaba por transformarse, mientras que la actitud Yang, que se propone, por idealización, transformar la realidad, por el contrario, bloquea o limita la evolución.

 

El Yin está en relación con el lado izquierdo del cuerpo.

 

El espacio es Yin.

 

El instrumento femenino de conocimiento del mundo es la sensibilidad (el corazón). Los instintos y las sensaciones son sus instrumentos a nivel elemental, la intuición en el plano superior, la vida afectiva y emocional entre los dos.

 

El Yin está relacionado tradicionalmente con lo oscuro, lo invisible, lo inconsciente (esto probablemente en relación con su déficit), con las profundidades. Permite el acceso a lo fundamental, a la complejidad, al pensamiento sistémico o complejo, a la comprensión y a la percepción del contexto general del sistema, del Todo (el contexto, el sujeto) y no solamente de sus elementos constitutivos. (Un sistema es más que la suma de sus partes).

 

En resumen, se podrían subrayar las principales características del Yin: conjunción, compartir, cooperación, inclusión, red, sensibilidad, consciencia « copa ».

[1] Ejemplo reciente de Ucrania, en las elecciones presidenciales de diciembre de 2004.

[2] CALLON Michel, LASCOUMES Pierre, BARTHE Yannick. Agir dans un monde incertain. Essai sur la démocratie technique. Seuil, Paris, 2001.

[3] MARCHAL Jean. L’Apocalypse de Jean. Albin Michel, Question de N°68, Paris, 1987.