Definición del Matriotismo

EL MATRIOTISMO

El valor por descubrir

Nuestra contribución a la transformación de la humanidad

 

Uno busca la solución en lo conocido, visible y presente. La probabilidad es grande que este en lo desconocido, invisible y ausente.

 


La responsabilidad del ausente. Intente construir un castillo de arena con arena seca. Todos sabemos que es imposible. Pero no sirve incriminar la arena pues el problema viene del ausente. En este caso el agua.

Intente construir una sociedad en harmonía con solamente valores y comportamientos masculinos. Todos sabemos que es imposible. No sirve incriminar los excesos del patriotismo pues el problema viene de lo que falta. En este caso, la Fuerza Femenina.

La difícil situacion del mundo se describe siempre sobre el mismo modo: la denunciación del abuso de poder bajo todas sus formas, y luego, de sus consecuencias. Henri de Montherlant decía: «No hay el poder, hay el abuso de poder, nada otro.” De hecho, los periódicos exponen permanentemente noticias en relación con excesos y noticias en relación con insuficiencias. Los excesos de violencia a través de guerras incesantes y de la crueldad, excesos de corrupción en la apropiación indebida de territorios y de bienes, en el expansionismo de los estados, de las empresas multinacionales, en la devastación de la Naturaleza, todos son abusos de poder.

En espejo, la falta de repartición, de fraternidad, las carencias en educación, en alimentación, la indigencia de las condiciones de vida de tanta gente traducen una falta, unas insuficiencias.

Hace más de 6000 años que nuestras sociedades (casi todas) son de estilo patriarcal. Veremos más lejos que, por definición, una sociedad patriarcal es desequilibrada y disfuncional y entonces, por esencia, violenta, agresiva, corrupta, invasiva, injusta e infeliz. Es agresiva con lo femenino, la mujer, la Naturaleza, el pequeño campesinado, los indígenas… No sirve de nada denunciar sin cesar los excesos de una sociedad patriarcal, toca ahora entender que lo que hace problema es lo que falta, lo que nos falta.

Si alguien se introduce en su casa y deposita en su salón por ejemplo una caja de cartón, usted se da cuenta de una de la presencia de este objeto. Pero si alguien se introduce en su casa y le roba un objeto de talla mediana, se dará cuenta de esta desaparición mucho más tarde.

Lo que es ausente es más difícil de identificar que lo que es presente. Lo que falta a las sociedades humanas es mucho más difícil de identificar que lo que disponen. Así la tendencia natural consiste siempre a denunciar los excesos, cuando lo que deberíamos hacer es descubrir e identificar las carencias. Condición necesaria a su corrección.

Los comportamientos y las fuerzas que los inducen. Los problemas de los seres humanos siempre tienen que ver con sus comportamientos. Citemos unos: la violencia, la incivilidad, la corrupción, la impaciencia, el irrespeto. Logramos fácilmente identificar estos comportamientos, pero quedamos ciegos a las fuerzas invisibles que los generan. Detrás de tal comportamiento, tal fuerza; detrás de tal otro comportamiento, tal otra fuerza. Pasamos nuestro tiempo a denunciar los comportamientos de los violentos o de los corruptos, pero no entendemos que estos comportamientos están inducidos por juegos de fuerza y nunca nos viene al espíritu que podríamos cambiar estos comportamientos, no denunciándolos o tratando de bloquearlos sino muy sencillamente cambiando la energía que los induce. Claro está, estos comportamientos de estos desequilibrados son visibles, cuando la energía desequilibrada que los induce es, ella, invisible (otra vez la responsabilidad del ausente y de lo invisible). Si uno mira bien, uno ve que es ilusorio de tratar de convencer un violento o un corrupto, la única opción que tengamos a nuestra disposición es de cambiar la energía que los anima. Y es posible. Es totalmente posible. Eso ya se produce a pequeña escala, al nivel de estos individuos que ya se entregaron a este trabajo. Se trata ahora de cambiar de escala y de aplicar a la humanidad lo que ya funciona en un cierto número de seres humanos.

Vamos a hablar ahora de lo que falta a nuestras sociedades, de todo lo que deben descubrir e identificar para volver a encontrar su equilibrio y así asegurar su futuro. Todo lo del cual vamos a hablar ahora es de lo que es invisible y que además de ser invisible (primera dificultad) es ausente (segunda dificultad). Quiero nombrar ahí la Fuerza Femenina. Y todo lo que tiene que ver con ella: la matria, el matriotismo y el regreso de nuestras sociedades al equilibrio.

 

Hay un concepto sorprendente al cual nos va tocar acostumbrarnos y es la Fuerza Femenina

Carta XI del tarot

San Clemente y el Graoully

                                                

La fuerza femenina es esta fuerza, componente de la vida, que alimenta en los seres humanos, tanto en las mujeres como en los hombres, y en sus sociedades, los valores y comportamientos femeninos. Es la fuerza opuesta y complementaria de la fuerza masculina. Estas dos fuerzas componen nuestra energía. La calidad de la energía que anima un sistema vivo se define por el equilibrio de estas dos fuerzas. La meta de este website es de promover su conocimiento preciso y su despertar

Y como nuestra ambición es el regreso al equilibrio y a la plenitud de los seres humanos y que en las sociedades patriarcales los valores femeninos y todo lo que se refiere a ellas no disponen sino de un lugar muy estrecho por no decir nulo, hay tres palabras que no existen pero que sin embargo tienen toda su legitimidad y que vamos a tener que añadir a los diccionarios: matria, matriotismo y matriota. Podemos ya tratar de proponer una definición, esperando que esta sea completada y enriquecida por numerosos aportes.

La Matria es el conjunto de los valores y de las funciones femeninas de una nación. Las relaciones de una nación con la Naturaleza, con la alimentación, con la agricultura son funciones de la matria. La educación, la fecundidad, la creatividad, las artes, la economía social y solidaria, el cooperativismo, los intercambios, el compartir, la resolución de conflictos son otras.

El Matriotismo es el conjunto de valores, de actitudes y de actividades que tiene como meta o resultado el despertar de la Fuerza Femenina en la sociedad humana y así la necesaria transformación de esta.

Matriota se dice de toda persona que participa a su propia transformación y por ende a la de la humanidad, obrando a través de una práctica cotidiana al despertar de la Fuerza Femenina en ella y en el mundo.

San Juan de la Cruz decía:” Si quieres ir a un sitio que no conoces, tienes que coger un camino que no conoces”.

El camino que no conocemos es aquel que nos conduce al descubrimiento de una Fuerza fundamental y totalmente desconocida, la Fuerza Femenina de Transformación.