Objetivos del tratamiento

El objetivo del tratamiento de la hemiplejía energética Yin que sufre Colombia es la normalización de su fuerza de Vida, de su Energía. Es la corrección de estos dos balances energéticos que están actualmente alterados y anormales: su balance cuantitativo y su balance cualitativo.

 

En lo que se refiere al primero, el objetivo es lograr la desaparición de la penuria de energía que mantiene el país en la desorganización y en el callejón sin salida, al mismo tiempo que en el hundimiento, en el estancamiento y en la imposibilidad de cambiar.

 

La corrección del balance cualitativo se dirige al retorno al equilibrio energético, al  equilibrio de sus polaridades Yin y Yang, a la desaparición tanto de los excesos como de las insuficiencias. Esto significa para Colombia la posibilidad de disponer de nuevo de su fuerza Yin, por lo tanto de la reaparición de los atributos, de los valores y de los comportamientos de tipo femenino, al mismo tiempo que la normalización y la optimización de su fuerza Yang de tipo masculino por la desaparición de sus excesos. Es el retorno a su equilibrio energético el que le ofrecerá al país soluciones que, antes, en el desequilibrio, sólo podían parecer imposibles o, incluso, inimaginables.

 

El objetivo del tratamiento es permitir a este país un cambio 2, un cambio-metamorfosis, una salida « por encima » de sus dificultades, una auténtica « salida de la prisión », una real transformación en profundidad, radical (en sus raíces), una metamorfosis de la sociedad. Y no simplemente un desplazamiento de los problemas « dentro de la prisión », no solamente un tratamiento superficial.

 

También es iniciar un tratamiento etiológico, un tratamiento de las causas de la enfermedad y no solamente un tratamiento sintomático, un tratamiento de las manifestaciones de la enfermedad y de sus consecuencias.

Hacer desaparecer la hemiplejía energética de la cual sufre Colombia, es permitirle volver a un funcionamiento natural, en armonía y de conformidad con la Naturaleza exterior (los reinos de la Naturaleza) y con la Naturaleza interior del hombre.

 

Es obtener la creación de una red (Yin) fuerte, coherente, influyente, base de la consolidación de una Nación, con sus atributos, la solidaridad, le repartición, la coexistencia, la comunicación, la justicia y la paz.

 

Tratar y liberar el Yin de la Nación es permitir que emerjan la inteligencia, la fuerza y la creatividad colectivas, dentro del respeto de la libertad individual y de la iniciativa personal.

 

Despertar el Yin de la Nación también es devolverle al país una herramienta indispensable: el control ascendente. Control efectivo, no confiscable, ascendente, democrático, del pueblo sobre sus dirigentes legítimos (políticos, económicos, religiosos, expertos, etc.) y sobre los dirigentes ilegítimos (guerrillas, paramilitares, corruptos, delincuentes, tiranos de todo tipo), en equilibrio con el control descendente también legítimo, el control jerárquico.

 

Entre los objetivos del tratamiento también está el recentramiento de la colectividad, es decir, la posibilidad para ella de encontrar todas las riquezas que emanan de su centro, en términos de energías y de informaciones, en términos de fuerza y de luz.