La hemiplejía energética Yin es una enfermedad reversible, curable

Así como lo hemos visto a lo largo de este libro, muchos colombianos presienten o saben que la curación de una colectividad depende de la curación de sus miembros. Si queremos saber si una sociedad patriarcal puede volver a ser una sociedad normal, es decir equilibrada, si una sociedad enferma puede sanar, si una sociedad puede convertirse en una comunidad, hay que preguntarse si, a escala individual, esta hemiplejía energética de la cual sufrimos todos, individualmente es curable o no. En efecto, si no lo fuera para los individuos, probablemente no habría ninguna posibilidad de que lo fuera para la colectividad.

 

Aquí interviene la experiencia de los profesionales de la transformación. Ellos existen. Y su experiencia es formal: rinden testimonio de que individualmente se puede sanar de un desequilibrio YANG/yin. Confirman que existen medios eficaces para despertar a La Bella en sí mismo y que estos medios producen regularmente resultados notorios en el sentido de la transformación de la Bestia. De la misma manera, son muchos los individuos que han podido experimentar en ellos mismos cambios radicales (hasta las raíces) de su vida. Y que también pudieron observar de manera irrefutable en su entorno (cuando, por ejemplo, un grupo familiar o colegas de oficina se prestan al trabajo de transformación). Para los profesionales de la transformación, no hay ninguna duda: la hemiplejía energética Yin es una enfermedad reversible, una enfermedad curable. Por cierto, no es una enfermedad que sana sola (por la simple razón que su causa no es natural, lo que hace que esta enfermedad no se cura espontáneamente) pero es una enfermedad que responde muy bien al tratamiento. La condición mínima de la curación es, claro está, que el tratamiento se aplique correctamente y durante el tiempo suficiente.