La gestión de la energía vital

Los administradores

 

Los profesionales

Si para la mayoría de los seres humanos, la noción de energía sigue siendo muy vaga, y en todo caso no operativa, existen seres humanos que tienen las aptitudes para conocerla y administrarla. Estas aptitudes son innatas, en forma de un don particular, de una sensibilidad especial, o adquiridas mediante una formación adecuada y un trabajo importante. En ambos casos, es deseable una experiencia prolongada para ofrecer garantías. Puesto que el instrumento que permite conocer la energía es la sensibilidad, es importante que la persona disponga de una buena sensibilidad de base, pero también de una técnica de amplificación de la sensibilidad : la toma del pulso es un ejemplo (como en la medicina china, tibetana o en la auriculomedicina), puede ser lo suficientemente entrenada como para ser calibrada. Así, existen profesionales de la energía, dotados de aptitudes especiales y entrenados para la gestión de la energía. Y hay en todos los niveles. Como tocan un patrimonio muy sensible, se tiene derecho de esperar de ellos, no solamente una buena formación profesional, sino también una real formación humana que se caracterizará, entre otras cosas, por un profundo respeto del otro en todos los aspectos y una consciencia precisa de  la posible evolución luminosa de los seres que tienen como misión ayudar.

Los aficionados

Por supuesto, estos profesionales no pueden hacer todo. Una parte importante de la gestión de la energía no les puede ser delegada. Si bien se debe saber solicitar ayuda para cruzar ciertos obstáculos, para corregir ciertas patologías, no se trata, sin embargo, de descargar en otros la gestión de la propia energía vital. La energía es el patrimonio de vida de cada ser humano. Corresponde a cada quien vigilarla y contribuir a su gestión. Esto implica varias cosas: aprender a reconocer la existencia de la energía al mismo tiempo que su importancia, aprender las reglas básicas de su gestión (entradas, salidas, rendimiento) y finalmente, poner manos a la obra, afrontar el proceso de gestión, lo cual conduce a la instauración de una práctica diaria. 

 

Por el momento, pocas personas están conscientes de la importancia de este tema. Muchos seres humanos ni siquiera conocen la existencia, ¿cómo podrían comprender la importancia? Pero, poco a poco, el concepto de energía va a encontrar su lugar. Y los seres humanos superarán poco a poco sus problemas.