La paradoja de la energía y su explicación

Habíamos evocado este estado frecuente de la energía, la penuria, al decir que todo déficit de energía en un sistema vivo se traduce en dos síntomas: desorganización del sistema e imposibilidad para cambiar la situación. Es bueno recordar que la desorganización proviene de un déficit de informaciones y el inmovilismo de una falta de dinamismo.

Al observar la energía de la humanidad nos encontramos ante una paradoja. Observamos a la vez manifestaciones muy claras de penuria de energía y manifestaciones igualmente claras de exceso de energía. Estamos en presencia de una paradoja. ¿Cómo puede ser posible que un sistema vivo se presente a la vez con exceso y déficit de energía? ¿Cómo puede haber en una tina, al mismo tiempo, demasiada agua y muy poca agua?

 

Las respuestas que se obtienen cuando se hacen estas preguntas siempre hacen referencia a las nociones de bien y de mal: « Para el mal, hay energía, para el bien no » o « Las malas energías siempre superan a las buenas » o se hace referencia a energías negativas y a otras positivas. Sin ser verdaderamente conscientes, se introduce una calificación de la energía, calificación que entra espontáneamente en el marco de cierta moral (el bien y el mal). Pero se olvida que la energía, que es una realidad natural, es como la Naturaleza: se burla de nuestra moral, no depende de nuestros juicios, se contenta con ser lo que es. Esta Naturaleza que nos da todo (el sol, los alimentos…) también puede dejarnos morir de sed a tres metros de una fuente. No desplazará la fuente. Y esto no está ni bien ni mal. Así es y punto. La calificación de la energía en buena o mala es de lo más inadecuado.

Sin embargo, la energía puede ser calificada. No lo será con base en criterios morales, acabamos de verlo, pero sí con respecto a parámetros naturales. En la naturaleza existen, efectivamente, dos formas de energía. A los médicos y terapeutas se les enseña, durante el primer curso de acupuntura, que la energía, al igual que todo lo que existe en la Tierra, está sometida a la dualidad. De la misma manera en que hay día y noche, arriba y abajo, interior y exterior, derecha e izquierda, adelante y atrás…, existen dos modalidades de energía, dos polos: el polo Yin y el polo Yang. En una primera aproximación, se puede asimilar el Yin con la energía femenina y el Yang con la energía masculina. Yin y Yang o femenino y masculino; estas son las formas de energía que se encuentran en la Naturaleza y esta es la calificación de la energía que puede ser considerada. Toda persona que quiera familiarizarse con la noción de energía tendrá interés en diferenciar estas polaridades, en reconocer los atributos de una y otra. Los detallaremos un poco más adelante.

 

Las dos calidades de la energía Yin y Yang introducen lo que se puede llamar el balance cualitativo de la energía. En este primer curso de acupuntura, nos enseñan, en efecto, que la energía puede presentarse en equilibrio (tanto de Yin como de Yang) o en desequilibrio (más Yin que Yang o a la inversa).