Desgracia e injusticia

Una sociedad patriarcal, justamente porque es patriarcal, nunca podrá ser justa y tampoco logrará ser feliz; no tiene lo que se necesita para serlo, no puede funcionar correctamente. Una sociedad patriarcal sólo puede ser coja, generadora de injusticia, de ineficiencia, de sufrimiento y de miseria. Una sociedad patriarcal, por sí misma, sólo puede llevar a su propia destrucción.

 

Nunca podrá ser justa porque, en razón de este desequilibrio energético, siempre habrá concentración de la riqueza de un lado y diseminación de la pobreza del otro. Parece entonces, muy difícil acomodarse al patriarcado, puesto que del lado de los pobres, es invivible y del lado de los ricos, es inmoral. En este desequilibrio, los unos van a perder su cuerpo (o su techo), los otros van a perder su alma. Todos van a perder alguna cosa. Una sociedad patriarcal es una sociedad de perdedores-perdedores. Es una sociedad obligatoriamente desdichada.

 

No se trata de intentar acabar con las manifestaciones de una sociedad patriarcal, con la desdicha y la injusticia que le son inherentes, sin acabar con el patriarcado mismo. Para los colombianos, como para todos los humanos, la cuestión no es cómo suprimir los síntomas del patriarcado permaneciendo adentro. Esto sólo sería un cambio-desplazamiento. En esta dirección es que se desperdician tantos esfuerzos en el seno del desequilibrio patriarcal. Se necesita un cambio-metamorfosis, una salida del patriarcado mediante el reequilibrio del sistema.