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La “medida” de la energía

Para retomar los términos de Abraham Moles[1], diremos que, a la imagen de las ciencias llamadas exactas, las ciencias de lo impreciso (como lo son las de la Vida) deben construir una epistemología (reglas para llegar a la verdad), una metrología (ciencias y técnicas de la medida de lo impreciso) y una metodología (conocimiento de los procedimientos que le permiten al ser humano actuar sobre las cosas vagas, como el bienestar, la vitalidad, el entusiasmo, la amistad, la ética, etc.)

 

En el párrafo siguiente, daremos un primer paso hacia la epistemología de las ciencias de la Vida, mediante el estudio de un interesante modelo de funcionamiento de los sistemas vivos, el Modelo de Integración Funcional de los sistemas vivos auto-organizados (MIF) de Paul Meier.

 

En lo que se refiere a las ciencias y técnicas de medida de la energía, mencionaremos que ya existe la posibilidad de medir de manera empírica la energía vital de un sistema y, así, seguir su evolución. Pero es legítimo y deseable pensar en el desarrollo de toda una metrología en lo que a ella se refiere y en la elaboración y el perfeccionamiento de instrumentos de medida pertinentes.

 

Los procedimientos que permiten actuar sobre la energía para corregir el balance cuantitativo y cualitativo se considerarán en la segunda mitad del libro.

 

[1] MOLES Abraham. Les sciences de l’imprécis. Points Seuil, Paris, 1995, p.16.