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El beso del Príncipe

Ahora viene la pregunta del beso. ¿Qué es el beso del Príncipe?

 

Las respuestas más frecuentes que se obtienen a esta pregunta son que el beso es el amor, el amor del Príncipe por su Princesa. Se podría aceptar esta idea pero, en realidad, sería mejor evitar interpretar este beso como si fuera el amor por la simple razón que el amor es un concepto, un concepto, por cierto, en general bastante lejano e idealizado, mientras que un beso no es un concepto.  Es algo más concreto. Es un acto. Y, más exactamente, es un contacto: es el contacto entre, de una parte, el Maestro Interior y, de otra parte, la personalidad. Entre la Esencia divina y la persona. En esta personalidad, ya lo vimos, La Bella está dormida debido a un maleficio. Este contacto disuelve el maleficio, permite el despertar de La Bella y, por consiguiente, conduce al reequilibrio de las polaridades Yin / Yang de la persona o del sistema en cuestión y después, la desaparición de la Bestia por transformación (en  Príncipe).

 

Es de anotar que para romper un maleficio tan grave como éste, se requiere la intervención de un Príncipe. Ya comprendimos que todo procedimiento que no sea real no será eficaz. No hay que hacerse ilusiones, para disolver un maleficio, está claro que se debe dirigir más arriba, al Príncipe, al Maestro.

 

Se comprenderá que el despertar de La Bella en un sistema vivo, en una persona o en una colectividad pasa por el recurso a la propia Esencia de esta persona o de esta colectividad, lo que se puede llamar el Maestro Interior, y por el establecimiento de un contacto real con él. Todo el arte del tratamiento de esta hemiplejía se basa en un contacto real, profundo y sostenido con esta instancia particular, el Maestro Interior, fuente central de fuerza y de luz.